Rollos de canela, la receta perfecta para el otoño
noviembre 06, 2014
No os podéis imaginar cuánto me gustan los rollitos de canela o cinnamon rolls. Son quizás el bollo que más me gusta, con diferencia. Llevaba tiempo con esta receta guardada, no sé por qué, sin compartirla, hasta que ayer la encontré, de repente, en mi base de datos de recetas y me he animado a publicarla... ¡Espero que os guste!
Como os he dicho más de una vez, la canela es quizá mi especia favorita. Aquí hay normalmente una lucha de intereses entre el curry en salado y la canela en dulce... No sabría bien qué elegir. La verdad es que el curry tira fuerte, pero la canela no se queda atrás. Eso sí, deben ser avispadas las dos porque el cardamomo está ganando terreno... Y después de este disparatado monólogo simulando Presing Catch, paso a comentar lo importante: la receta.
Como os he dicho, tengo esta receta guardada desde hace meses... de antes de venirme a Madrid, no os digo más. Creo que la hice allá por mayo. Sí, lo sé, se me ha ido la olla guardándola tanto tiempo pero es que recuerdo que en el momento que la hice, de repente, varios blogs la publicaron a la vez... así que la metí en el cajón y ha ido acumulando polvo hasta que ayer la vi. ¡Menos mal!
Además, las fotos me gusta mucho. En realidad creo que como se me hace la boca agua, se me nubla la vista ligeramente y no puedo ser del todo objetivo con las fotos... ¡Tiene una pinta! Ahora me comería uno... o dos. Calentitos, junto con un buen colacao... Sí, no me gusta mucho el café y con 25 años sigo tomando colacao... #GuiltyPleasures.
Ahora creo que ya es hora de que os deje con la receta, que quiero que este fin de semana os pongáis manos a la obra porque, realmente, merece la pena encender el horno y conseguir que la casa huela a canela y otras especias... ¡Mmmmmmmh! Se me hace la boca agua... ¡Espero que os guste!
- En el bol del robot ponemos la mitad de la harina con la levadura fresca machacada y hecha pedacitos. Mezclamos bien y reservamos.
- En un cazo, a temperatura media-alta, calentamos la leche con la mantequilla, el azúcar y la sal hasta que se derrita la mantequilla pero que no hierva.
- Empezamos a batir la harina a velocidad baja y vamos añadiendo la leche poco a poco.
- Añadimos los huevos.
- Cuando esté la masa homogénea, cambiamos al modo gancho del robot y vamos añadiendo el resto de la harina. Batimos hasta que la masa se separe de los bordes y no esté pegajosa.
- Enharinamos ligeramente la superficie de trabajo y amasamos durante unos minutos.
- Formamos un bola, engrasamos un bol grande y dejamos la bola reposar hasta que duplique su tamaño (más o menos una hora u hora y media). Debéis dejarlo en un lugar caliente, fuera de corrientes.
- Vamos a preparar el relleno. Mezclamos todos los ingredientes con la ayuda de un tenedor hasta que se forme una especie de arenilla marrón. Reservamos.
- Precalentamos el horno a 190ºC.
- Cuando haya pasado el tiempo de levado de la masa, la aplastamos ligeramente con la mano para que saque el aire. Dejamos 10 minutos más reposando.
- Enharinamos la superficie de trabajo y estiramos la masa formando un cuadrado de 25x25 centímetros.
- Con una cuchara vamos expandiendo el relleno que hemos formado dejando un centímetro en los bordes.
- Enrollamos con cuidad, formando un rollo. Cortamos el rollo en 8 rollitos y los colocamos en el molde que deseemos, previamente engrasado, claro. Dejamos reposar durante una hora para que aumenten su tamaño.
- Horneamos durante 25-30 minutos, hasta que al introducir un palillo, salga limpio.
- Dejamos enfriar ligeramente.
- Vamos a hacer el glaseado. Para ello, mezclamos el azúcar glacé con la nata. Lo echamos sobre los rollitos con una cuchara o con las varillas formando líneas.
- Servimos templados.
¡A disfrutar!
- Duran perfectos un día, al día siguiente podrás comerlos sin problemas, calentándolos un poco antes en el microondas. Recuerda que si lo vuelves a calentar tienes que comértelo pronto porque si no será una piedra. |
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