Mango Pie, una opción fresca para el verano

julio 01, 2013

¿Os gusta el mango? A mí me encanta, me vuelve loco, y cada vez se pueden encontrar más fácilmente en los supermercados. No podéis dejar de probar esta receta. Sale buenísima y es super fresca, perfecta para estos días de verano que llegan (¡por fin!).


Parece una tarta de manzana, ¿verdad? Pero no lo es. Raro será el día en el que veáis una receta con manzanas pasadas por el horno. Es algo que no me gusta nada, así que si algún día hago será porque a la gente le encanta, no porque sea mi plato favorito.


Esta tarta sale deliciosa y se hace en nada. Además, no necesitas nada raro, solo un molde parecido al de las fotografías, aunque si no tenéis podéis utilizar uno de bizcocho normal y corriente, es lo que hice yo con la versión parecida que hice con fresas. Además, el mango es una fruta super fresca y queda muy bien en esta tarta, sobre todo cuando está fría. ¡Mmmmmmmh! Lo malo es que es una fruta con bastante agua y la sacará durante el horneado y se os puede encharcar un poco la parte de arriba. ¡No os preocupéis! Seguirá estando de muerte.



Esta semana voy a estar trabajando casi casi full-time: el miércoles tengo taller; el jueves estoy de jurado en el II Concurso de Cupcakes organizado por The Sweet Teapot (Pamplona); y el sábado vuelvo a tener taller. ¡Sin parar! Pero no me quejo, peor sería no tener nada que hacer, ¿no?


Además, tengo que hacer varias recetas para diferentes retos/concursos y similares, ¡hay que probar suerte! Estoy dándole vueltas a la cabeza a nuevas recetas para poder presentarme y poder ofrecer cosas novedosas que podáis probar en casa. Hasta entonces, os dejo esta receta que os animo a probarla. ¡Merece mucho la pena!

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Ingredientes

- 1 lámina (yo utilizo de lidl, que es redonda)

- 450 ml de leche
- 3 huevos
- 120 gr de azúcar
- Dos cucharadas y media de maicena
- Una piel de limón
- Una cucharadita de aroma de vainilla

- Dos mangos
- Un puñado de almendras crocanti
- Un puñado de azúcar moreno

Cómo se hace

- Precalentamos el horno a 180ºC arriba y abajo.

- Lo primero, vamos a preparar la natilla. Para ello ponemos en un cazo los 300 ml de leche y tres huevos. Los revolvemos bien.

- Añadimos el azúcar. Con unas varillas manuales lo mezclamos todo.

- En los 150 ml de leche que quedan disolvemos la maicena y cuando esté listo lo añadimos al cazo.

- Añadimos la piel de limón cuando esté todo bien mezclado.

- Llevamos a fuego medio y revolvemos bien con unas varillas manuales hasta que espese, evitando que se pegue. Cuando lo consigamos, retiramos del fuego.

- Extendemos una lámina de masa quebrada en un molde redondo que sea más pequeño que el diámetro de la masa quebrada. Yo he utilizado uno de cristal con los bordes ondulados.

- Los bordes deben quedar pegados a la pared. Echamos entonces la natilla que hemos preparado.

- Toca cortar el mango. Para ello, portamos la parte de abajo y la de arriba para poder colocarlo en la mesa en posición vertical y que se pueda sujetar. Lo pelamos con un cuchillo y lo cortamos por la mitad: vamos cortando hasta encontrarnos con el centro y lo bordeamos. Así hasta conseguir cortar todo el mango. Cortamos medias lunas.

- Cubrimos todo con los dos mangos cortados en medias lunas, como cuando hacemos tarta de manzana.

- Espolvoreamos con un poco de azúcar moreno.

- Bajamos la temperatura del horno a 170ºC y metemos la tarta durante cuarenta minutos. Sacamos y dejamos enfriar

- Está más rica en fría, ¡pero para gustos colores! Yo le he echado un puñado de almendras crocanti por encima. 
¡A disfrutar!

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